sábado, 5 de junio de 2010

Mi luz inquebrantable

Una nueva y poderosa luz ha llegado a mi vida, una luz intensa y radiante que no tenía pensado que pudiese llegar hasta mí. Más imposible era para mí de imaginar que algo así fuera posible, pues llegaste en el momento de mayor soledad y desesperanza de mi vida y me has hecho recordar lo bello que es vivir.
Ésta luz que tú me has brindado es intensa, como el fuego más poderoso e indomable que la humanidad haya podido dilucidar, inclusive más significativo y hermoso que el fuego regalado por Prometeo a nosotros los simples mortales en la inmensidad del universo, aunque el viento más fuerte trate de agotarlo nada lo podrá sofocar, sólo el tiempo es mi mayor enemigo en esta dicha inquebrantable, sólo él, incesante, imperdonable, implacable. Oh maldito tiempo, sólo él le tiene un límite a tu brillo, a tu simple pero insuperable forma tan bella de ser, sólo él me separará de ti para de nuevo volver a caer de nuevo en el abismo de la soledad y la tristeza, sin embargo, aun en mi corazón late con firmeza la esperanza de que la intensidad de tu luz, de tu fuego interno sea más poderosa que todo lo jamás creado por Dios y que nunca llegue a extinguirse del todo y vuelva a brillar de nuevo, empero será más fuerte e inmutable que nunca y volveremos a estar juntos hasta el día en que todo lo que existe llegue a su fin y la presencia de Dios sea nuestra recompensa.
Andrés Jiménez Sáenz.

2 comentarios:

  1. Q clase de inspiración tenés refleja exactamente lo k en realidad se kisiera expresar desde lo más profundo del alma.. bueno en mi caso... siga así q lo voy ahcer el pique

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  2. jejeje muchas gracias, sí, siempre trato de poner por escrito lo que estoy sintiendo en lo más profundo de mi en ese momento.
    claroo claroo pique, bonito escribir

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