lunes, 16 de noviembre de 2009

Mi niña hermosa, mi amor imposible

Al verte mi corazón palpita de forma irregular pues no se qué será lo que vaya a pasar cuando estás frente a mí.
Al encontrar tu mirada con la mía me pierdo en el vasto océano azul de tus ojos y naufrago hasta atracar en tus labios rojos cual rosa acabada de florecer. Tan solo una caricia, un beso en esa boca hermosa yo quisiera poseer y así la gloria eterna siempre alcanzar.

Tus cabellos hermosos, resplandecientes como la luz del sol, como la más vasta cantidad de oro reunido jamás, sin embargo de un aroma tan dulce y embriagador como el más fino vino que se pueda beber.
Figura angelical, la más preciosa criatura de la creación, musa de grandes artistas, deidad de antiguos, adoración de muchos, veneración mía, eterna devoción a ti te juraría.

Daría el tesoro más preciado para que estuvieses siempre a mi lado,mi vida avandonaría por seguir tus pasos y estar siempre a tu lado, el mar inmenso por ti cruzaría, mil montañas escalaría y hasta al mismo Hades por ti yo descendería.

En verdad todo esto por ti yo haría preciosa niña mía, muchas cosas en el mundo yo quisiera, mas sin embargo, sólo una en vedad mi corazón anhela, sólo una desgarra mi alma en mil pedazos y la esperanza en ti los vuelve a juntar, de todas, la única es que tú me pudieras amar.

Andrés Jiménez

jueves, 25 de junio de 2009

Esperanza

Que oscuras y lluviosas las tardes en mi alma desde que partiste de mi lado, te busco en esas horas grises que ensombrecen mi corazón pues siento que te busco sin razón.
Por la ventana veo la lluvia caer y me pregunto si algún día te volveré a ver, tantas horas en ella he pasado tratando de entender que te has marchado.
Siniestras y tormentosas son mis noches con tantos sin sabores padecidos en el día, pues me es difícil continuar sin ti amada mía.
Ruego al cielo me conceda la gracia de poder tenerte una vez más entre mis brazos, fundirnos en una pasión desenfrenada en la cual nos amemos hasta quedar rendidos
alcanzando eternamente la gloria infinita de una felicidad sin precedentes hasta que llegue el día en que en esta tierra no estemos más presentes.

Andrés Jiménez.

lunes, 22 de junio de 2009

Hermoso Misterio

Oh gran misterio, enigma exento de toda razón y respuesta lógica que siempre es el origen de todas las tribulaciones y acciones irracionales que nos conducen a la locura desmedida.
Que misterioso es el amor, tiene la potestad de conducirnos desde la gloria de una felicidad infinita hasta la más sombría de las amarguras y traernos de vuelta a la realidad.
Oh misterio, desprovisto de sensatez, cómo puedo hacer para no resultar herido tratándote de resolver.
Cómo hago para embaucar a mi corazón y que no resulte lacerado en esta ardua misión?
Dime, oh gran misterio, acaso siempre caeré en tus redes infinitas?
Sin duda alguna, me verás atado a ellas continuamente, pues al fin de cuentas qué más me importa, si nunca podré escapar de ti.
Oh hermoso misterio, desmesurado sentimiento, nunca me abandones, puesto que mi vida vacía sería y una existencia sin ti yo nunca soportaría.

Andrés Jiménez.

Tristeza

Es triste ver como la sociedad ha ido decayendo en mi querida Costa Rica, donde todos los valores de nuestros abuelos se han ido perdiendo poco a poco y cada vez más nos hundimos en un abismo de incertidumbre provocada por la gran inseguridad social que día con día se acrecienta y se vuelve el pan nuestro de cada día.
Donde quedaron aquellos días en los que los costarricenses nos jactábamos de ser un país de gente sencilla que ama la paz ?
Sin duda alguna esos días podrían no volver nunca más y tendremos que luchar día a día contra la gran adversidad de vivir en estos días de temor, temor de salir a la pulpería, temor de caminar por San José, temor de abordar un taxi o simplemente estar fuera de nuestros hogares.
Nuestro gobierno debería tomar más en serio esta indignante situación que atraviesa el país y tomar las medidas necesarias para erradicar esta gran ola delictiva que está carcomiendo de forma alarmante todo lo bello que era Costa Rica.
Pero no sólo de ellos depende que esta tierra bendita vuelva a ser la de antes, cada uno de nosotros debemos cambiar nuestra manera de pensar, cambiar esa manera tan individualista de primero yo, segundo yo y tercero yo. Tenemos que darnos cuenta que todos formamos parte de un todo y que sólo si estamos unidos podemos funcionar como un solo pueblo, sin distinciones sociales, políticas y económicas.
Intentemos retomar la Costa Rica de nuestros abuelos, aun estamos a tiempo de impedir que nos hundamos en la intolerancia y la desesperanza de nunca recuperar nuestra identidad, perdida ya hace mucho tiempo.