Que oscuras y lluviosas las tardes en mi alma desde que partiste de mi lado, te busco en esas horas grises que ensombrecen mi corazón pues siento que te busco sin razón.
Por la ventana veo la lluvia caer y me pregunto si algún día te volveré a ver, tantas horas en ella he pasado tratando de entender que te has marchado.
Siniestras y tormentosas son mis noches con tantos sin sabores padecidos en el día, pues me es difícil continuar sin ti amada mía.
Ruego al cielo me conceda la gracia de poder tenerte una vez más entre mis brazos, fundirnos en una pasión desenfrenada en la cual nos amemos hasta quedar rendidos
alcanzando eternamente la gloria infinita de una felicidad sin precedentes hasta que llegue el día en que en esta tierra no estemos más presentes.
Andrés Jiménez.
jueves, 25 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario