Oh gran misterio, enigma exento de toda razón y respuesta lógica que siempre es el origen de todas las tribulaciones y acciones irracionales que nos conducen a la locura desmedida.
Que misterioso es el amor, tiene la potestad de conducirnos desde la gloria de una felicidad infinita hasta la más sombría de las amarguras y traernos de vuelta a la realidad.
Oh misterio, desprovisto de sensatez, cómo puedo hacer para no resultar herido tratándote de resolver.
Cómo hago para embaucar a mi corazón y que no resulte lacerado en esta ardua misión?
Dime, oh gran misterio, acaso siempre caeré en tus redes infinitas?
Sin duda alguna, me verás atado a ellas continuamente, pues al fin de cuentas qué más me importa, si nunca podré escapar de ti.
Oh hermoso misterio, desmesurado sentimiento, nunca me abandones, puesto que mi vida vacía sería y una existencia sin ti yo nunca soportaría.
Andrés Jiménez.
lunes, 22 de junio de 2009
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