lunes, 31 de octubre de 2011

Te pienso amada mía

Te pienso cada minuto del día, oh amada mía y no se como evitarlo, pues indudablemente de ti me estoy enamorando.
En mi pecho, muy prufunda está plantada la semilla de una flor, mi alma me lo dicta, seguro crecerá un inmenso amor.
Tan sólo cruzar palabras contigo es suficiente, para que mi alma encuentre ese fuego incandescente.
Por las noches sueño con tu regreso a mi lado, que sin duda alguna es mi sueño más anhelado.
La distancia se interpone entre nosotros, un gran cerro nos separa, confía en Dios pues sólo bien depara.
Se que un mal tu alma aqueja y no te deja seguir con tu vida, más sabes que yo estaré para ti día a día.
En mi hombro encontrarás un fuerte cimiento, no lo dudes más y muéstra tu sentimiento.
Sólo espero que a mi súplica Dios responda, para amarnos inmensamente hasta que así él lo disponga.

Andrés Jiménez Sáenz

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